domingo, 4 de noviembre de 2018

II Congreso Internacional Interculturalidad en Málaga, noviembre 2018

El 8 y 9 de noviembre se celebra en Málaga el II Congreso Internacional de Interculturalidad. El jueves 9 participo en mesa redonda, con la siguiente intervención:

Profesionales de la orientación educativa: bisagras para la Interculturalidad


Resumen

            La presente comunicación tiene como objetivo definir el papel de las y los profesionales de la orientación educativa en lo que respecta a la interculturalidad. Para ello, se comenzará definiendo la identidad profesional de orientadora u orientador, y desde el organigrama de coordinación y asesoramiento de las y los profesionales de la orientación en los centros, se definirá un programa de intervención educativa en interculturalidad, desde la perspectiva del trabajo estructural de centro por programas, superando actuaciones coyunturales que apenas propician la auténtica transformación que precisa el sistema educativo.

Introducción, la identidad de profesional de la orientación en el sistema educativo
            Las y los profesionales de la orientación cumplen un doble papel en el sistema educativo. Por un lado, en cuanto a su primer papel, son profesionales de la educación como cualquier otro docente, con una finalidad educativa que se realiza de forma complementaria con la docente, de ahí que las y los profesionales de la orientación pongan en marcha programas educativos de diversas temáticas.
            Sin embargo, las orientadoras y orientadores no son docentes porque su identidad profesional no se construye en torno a la enseñanza de una determinada materia. Por ello, cuando hablamos del otro papel de las y los profesionales de la orientación en el sistema educativo, nos referimos a esa dimensión técnica-especializada que confiere a los orientadores y orientadoras una función asesora para toda la comunidad educativa y su entorno, ya sea presencial como virtual.
            De este modo, teniendo en cuenta los dos papeles que configuran la identidad profesional de orientadora o de orientador, entendemos que el o la profesional de la orientación es un educador más de un centro, que tiene entre sus competencias la de implementar programas educativos a la vez que una función técnica-asesora que repercute en forma de ayuda especializada a toda la comunidad educativa, lo que expresamos el siguiente gráfico:





Desde este punto de vista, de cara a la atención al alumnado de diverso origen cultural, es posible plantear desde el perfil profesional de la orientación, una labor de “bisagra” para que el engranaje del sistema educativo funcione de cara a que todo el alumnado, con independencia de su origen sociocultural, pueda desarrollarse de la forma más óptima en el sistema educativo.


Una reflexión previa, ¿de quién hablamos cuando decimos “nosotros”?
Antes de adentrarnos en el análisis de cómo los y las profesionales de la orientación actúan para favorecer la interculturalidad en los centros educativos conviene hacer una reflexión acerca de la posición que nos situamos cuando hablamos de interculturalidad.
            Cuando hablamos de “nosotros”, solemos decir: “nosotros y los gitanos”, luego dentro del “nosotros” no hay alumnado gitano. También decimos nosotros, y no mencionamos a “nosotras”, luego cuando hablamos de “nosotros” nos referimos a los varones. Es frecuente también hablar de discapacidad en contraposición a la “normalidad”, en la que también está situado “nosotros”, porque “nosotros” no presenta ninguna discapacidad.
            Por tanto, cuando hablamos de “nosotros” nos estamos refiriendo a un colectivo de personas con las siguientes características: varones, españoles, payos, sin discapacidad y de nivel socioeducativo medio, que no forman parte de la marginalidad de la pobreza y la exclusión, pero que tampoco están dentro de las élites del poder socioeconómico.
            Cuando al término educación se le adjudica un adjetivo, se está partiendo de que la educación es la que corresponde a ese “nosotros” y que con el adjetivo estamos sumando otros colectivos al “nosotros”. De esta forma hablamos de “Educación para la igualdad de género”, “Educación especial” o “Educación intercultural”, entre otras.
            Sin embargo, cuando la educación es realmente “Educación” sin adjetivos es cuando es para todos y todas. Cuando no concibe un “nosotros” al margen de unos “pocos”, cuando entiende la diferencia como un valor, en una escuela en que todos y todas tienen algo que aportar, en que todos son diferentes en cualidades a la vez que iguales en oportunidades y derechos.
            Es conveniente partir de esta premisa para comprender que la interculturalidad es mucho más que integrar a niñas y niños procedentes de otras culturas distintas de la mayoritaria y predominante, porque también existe una cultura propia de las mayorías. La clave para educar en la interculturalidad consiste en contemplar como un valor la mezcla de culturas, así como el intercambio y enriquecimiento que a todas y todos favorece en su desarrollo socioeducativo y personal.
            Partiendo de esta premisa, el trabajo del o de la profesional de la orientación de cara a los procesos de interculturalidad se centrará en optimizar las oportunidades educativas que el intercambio cultural posibilita para el desarrollo de niñas, niños y jóvenes.

Un programa de interculturalidad
            Para facilitar el seguimiento del programa que presentamos de interculturalidad desde la orientación educativa, es necesario no perder la perspectiva de que orientación educativa funciona como bisagra de todo el engranaje de una comunidad educativa, entendida ésta como un sistema de interrelaciones. Partiendo de esta idea, presentamos el siguiente esquema en que puede apreciarse el organigrama de relaciones que el o la profesional de la orientación educativa establece en una comunidad educativa y su entorno:

Organigrama
 





 La coordinación intracentro
            La coordinación intracentro es la que el o la profesional de la orientación realiza dentro del centro educativo. En ese sentido, las tareas para desempeñar de cara al desarrollo de la interculturalidad van a guardar relación directa con el Plan de Orientación y acción tutorial.
Un aspecto fundamental será trabajar la acogida del alumnado inmigrante, lo que se está produciendo a lo largo del todo el curso, al margen del calendario académico. Para ello, las sesiones de tutoría, podrán utilizarse para realizar dinámicas de presentación entre el alumnado y el profesorado.
Otra de las actividades que es posible señalar de cara a un mejor proceso de adaptación es la designación de un alumno o alumna tutor, encargado de facilitar esas primeras semanas, para traducir, conocer más alumnado, integrarse en grupos de iguales o ayudar a interpretar códigos y costumbres que las personas oriundas dan por supuestos, como el uso de los timbres entre clases, el calendario vacacional, llevar tareas para casa, entre otras.
Es frecuente encontrar en algunos textos sobre interculturalidad que únicamente se hace referencia al alumnado extranjero, obviando la cultura con que ha convivido la oriunda española desde hace siglos, nos referimos a la cultura de la etnia gitana. De hecho, algunas administraciones educativas como la andaluza, solamente contemplan como recurso para la interculturalidad al profesorado de aulas temporales de adaptación lingüística, reduciendo la interculturalidad tan sólo a una cuestión de aprendizajes de lenguas. A este respecto hay que destacar las dificultades que con la lengua castellana tiene el alumnado procedente de países de habla castellana, pues el uso del idioma es distinto y en muchas ocasiones presentan importantes dificultades de adaptación a la cultura de acogida.
Otra de las actividades interesantes para realizar en clase de tutoría consiste en intercambios en que se expongan usos y costumbres de las culturas de procedencia, sin por ello, olvidar la autóctona para facilitar el mejor conocimiento de este alumnado de su nueva realidad social.
Es de destacar la importancia de la realización de actividades en equipo que faciliten la integración social la convivencia con el grupo de iguales es una de las claves en la adquisición de la nueva lengua, así como para la adaptación psicosocial y el bienestar general de la alumna o alumno ante el reto tan trascendente que afronta al cambiar no solo de lengua, sino de centro educativo, localidad, domicilio, entorno climático, etc, en muchas ocasiones, con muchos kilómetros de distancia de su lugar de origen y sin la posibilidad de volver en muchos años.
En cuanto a las actividades a trabajar en coordinación con el departamento de actividades culturales y extraescolares podemos destacar aquellas iniciativas culturales como ferias o exposiciones donde se muestren objetos típicos, vestuario, gastronomía, música o bailes... Este tipo de actividades podrán partir del ámbito de la acción tutorial en coordinación con el departamento de actividades culturales y extraescolares o viceversa.
El trabajo con los equipos directivos es una de las claves para la eficacia del trabajo del o de la profesional de la orientación, de hecho, sin una buena disposición para trabajar en equipo por ambas partes, es muy difícil que puedan generarse actuaciones de calidad.
Desde los equipos directivos se facilita que el engranaje de la coordinación intracentro se haga posible. De hecho, tienen a su alcance facilitar la labor del profesorado del aula temporal de adaptación lingüística (ATAL) proporcionándole adecuados espacios de trabajo y unos horarios que promuevan el buen desarrollo del programa de adaptación.
Otro de los aspectos imprescindibles para que la adaptación del alumnado inmigrante se adapte mejor a su nuevo centro, es su familia. Atraer a la familia del alumnado de otras culturas al centro educativo es uno de los retos, pues conseguido este objetivo contribuimos a crear comunidad. Desde las escuelas de familias podremos trabajar este objetivo, pero no sólo dedicando estos espacios a las charlas de expertos, sino también propiciando el intercambio entre ellas y ellos mediante jornadas de convivencia de toda la comunidad educativa, esto es, familias, alumnado y profesorado. Este tipo de jornadas de convivencia suelen estar organizadas por el departamento de actividades culturales y extraescolares, aunque si este departamento tampoco cuenta con el apoyo del equipo directivo, también se dificultará mucho su trabajo.

Organigrama


La coordinación intercentros
            La coordinación intercentros es la que tiene lugar desde el centro educativo con los demás centros de la zona, ya sean éstos educativos o no.
            La coordinación con otros centros educativos de la zona tiene lugar cuando existe un traslado de matrícula de alumnado, por ejemplo. Para ello, es conveniente que los y las profesionales de la orientación acuerden los adecuados programas de transición entre etapas especialmente en momentos críticos como en el paso de la etapa infantil a la primaria o de esta última a la secundaria obligatoria.
            Otra de las modalidades de coordinación intercentros, que tiene lugar cuando éstos imparten las mismas etapas son el diseño y desarrollo de actividades conjuntas por las que se optimizan los recursos de la zona, por ejemplo, las bibliotecas municipales, desde las cuales se oferta una agenda cultural con un importante potencial educativo del que pueden beneficiarse los centros de la zona, emprendiendo proyectos como por ejemplo, de animación a la lectura o diferentes talleres creativos.
            La coordinación intercentros también es fundamental cuando orientamos al alumnado hacia opciones formativas que no existen en su centro de origen, de este modo, la coordinación entre profesionales de la orientación se hace muy importante a la hora de derivar al alumnado hacia los Programas de Cualificación Profesional Inicial, por ejemplo.
            Pero no sólo existe la coordinación intercentros educativos, sino también la que tiene lugar con centros que no son educativos. En lo que se refiere a la interculturalidad, unas de las entidades más importantes para trabajar por la adaptación del alumnado de otras culturas distintas de la predominante, son las asociaciones u organizaciones no gubernamentales.
            Las asociaciones juegan un papel insustituible en el proceso de interculturalidad ya que proporcionan una referencia, no sólo social, sino también afectiva y emocional para las personas. Esta referencia se apoya en proporcionar las claves necesarias para la construcción de la identidad cultural de las personas, cuestión de vital importancia en momentos decisivos para la construcción de la identidad como es la adolescencia.
Desde las asociaciones que se constituyen en torno a identidades culturales se trabajan interesantes proyectos que tienen repercusiones educativas, especialmente para la acogida y la conservación de bienes culturales tan importantes como las tradiciones o la lengua. Asimismo, las asociaciones culturales velan por la conservación de estas costumbres entre las nuevas generaciones para que conserven su identidad cultural, pues como veíamos al comienzo de este texto, el proceso de interculturalidad es un proceso educativo que pone en valor la diferencia pues ésta ayuda a enriquecer a las personas en su desarrollo educativo.
            Las asociaciones, además de su apoyo en cuanto a referente cultural e identitario, proporcionan programas educativos al alumnado en horario extraescolar en coordinación con los centros educativos consistentes en facilitar el mantenimiento de la lengua de origen entre los más jóvenes o participar de las actividades extraescolares culturales y deportivas que tanto benefician a la integración social del alumnado.
            Asimismo, estas organizaciones elaboran materiales, ya sea en formato de texto o audiovisual, así como otro tipo de recursos en webs especializadas que tienen un elevado potencial educativo para la labor de tutoría y orientación educativa en los centros educativos.
Estas entidades también aportan valiosos recursos como las personas que ejercen de traductoras o quienes trabajan como mediadores culturales. Ambas figuras son trascendentes en el sistema educativo porque ayudan a resolver situaciones tan importantes como el manejo de la burocracia, entrevistas con tutores o tutoras, profesionales de la orientación o equipos directivos, así como algunos casos en que surgen malentendidos debido al desconocimiento por algunas de las partes de determinados aspectos culturales. En este sentido, es de destacar que las costumbres que en la cultura autóctona se dan por mayoritariamente conocidas, pueden ser completamente nuevas para los recién llegados, como por ejemplo el calendario escolar, la gradación cualitativa o cuantitativa de las calificaciones, el organigrama del sistema educativo…
            Por todo ello, el papel que desempeñan otras instituciones como los servicios sociales o centros de salud es otra de las claves para facilitar el buen funcionamiento del engranaje para la integración social de las familias en su conjunto y por consiguiente la escolar.
Organigrama

Conclusiones
            Orientadores y orientadoras cumplen una función que ayuda a favorecer la integración del alumnado de distinto origen cultural del predominante. El papel primordial de éstas y éstos consiste en trabajar como la “bisagra” que hace posible el engranaje del sistema educativo de cara a la puesta en marcha de programas educativos a favor de la interculturalidad.
            No obstante, es necesario destacar que el marco de la educación intercultural es la educación inclusiva, la que hace posible la convivencia de las personas con independencia de su capacidad o discapacidad funcional, género u origen cultural, entendiendo las características personales no como un hándicap sino como valor que enriquece, en definitiva, una oportunidad educativa.

Referencias y bibliografía
Cobos Cedillo, Ana (2010): La construcción del perfil profesional de orientador y de orientadora. Estudio cualitativo basado en sus protagonistas en Málaga. Tesis doctoral. Servicio de publicaciones de la Universidad de Málaga.
Cobos Cedillo, Ana (2008):  La orientación como elemento de calidad en el sistema educativo. En Revista Electrónica Educaweb nº 174 Disponible en: http://www.educaweb.com/noticia/2008/09/22/orientacion-como-elemento-calidad-sistema-educativo-212091.html (Fecha de acceso: 2011-01-25).
Cobos Cedillo, Ana (2008): Alternativas para convivir en las aulas: una experiencia desde la respuesta educativa. En: Escuela, nº 3.786, pp. 25.


Este capítulo tiene la siguiente referencia bibliográfica
Cobos Cedillo, Ana (2011): “Profesionales de la orientación educativa: bisagras para la interculturalidad”. pp. 231-240. En COBOS CEDILLO, Ana (Coor.) (2011) Actas de las I Jornadas Andaluzas de Orientación educativa. Los retos de la orientación en el siglo XXI: Hacia una sociedad inclusiva. Granada: Editorial MAD. ISBN: 978-84-676-6300-6.



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